El Club de Pádel Maristas de Granada le regaló muy buenos momentos. Su dedicación a los niños y las niñas en su trabajo diario también.
De estas dos ideas nace la idea de “LA BECA DE PÁDEL JAVIER GARCÍA”.
Dicen que el agradecimiento es la memoria del corazón y nosotras no podemos hacer otra cosa que agradecer a las personas que estáis en este club los buenos momentos y el cariño que le habéis regalado durante mucho tiempo a Javier García.
Estamos seguras de que allí donde esté, hoy su sonrisa será mucho más grande al veros y al escucharos. Sonreía cada vez que pensaba en el pádel, en este equipo de gente maravillosa, compartir la pista y el tiempo de después era para él el mejor momento de la semana.
Ahora queremos que estos momentos sean una oportunidad para unos niños que de otra forma no tendrían la oportunidad.
Cuando al principio de su enfermedad le colocaron el reservorio para poder poner la quimio, en el mismo quirófano pidió que se lo colocaron en el lado izquierdo (la norma es colocarlo en el lado derecho) para poder seguir jugando a pádel. Alguien seguirá jugando ahora en su nombre.
Mi madre, mi hermana y yo hemos pensado mucho como poder honrar su recuerdo, lo pensamos mucho, cada día, mientras recordamos anécdotas y vemos fotos.
Con esta beca se financiará la escuela de pádel durante un curso escolar y el material necesario para poder desarrollarla para un niño o niña.
Para el próximo curso escolar se han otorgado dos becas (un niño y una niña) del centro de acogida El Pilar.
La familia se encarga de la financiación. Las personas del Club se encargan de cuidar de estos chicos y de hacer que se sientan bien.
Javier se marchó rodeado de amor y todo lo que se genera en su memoria también lo desprende.
No os olvidéis de vivir cada momento, siempre desde la generosidad, el ahora y la sonrisa. Hemos sido personas afortunadas por haberlo conocido y compartido con él buenos momentos”.
Familia García Romera